Creo que tu espalda en la cama, desnuda, mirándome, se merece ganar cualquier batalla...y si me apuras la guerra. Tu piel haciendo juego con la pared, desafiando al frío, desprendiendo calor, en las sábanas, impregnándolo todo de ese olor tan suyo que no me saco de la ropa. Tu cuerpo en el colchón, en el enorme colchón, sin dejar espacio a nada, haciéndome pequeñita. Tus piernas escalando la ventana, trepando por la Luna, bajando a correr(se). Tu culo definiendo la oscuridad con la silueta del armario. Tus hombros de apoyo y firmeza, a la vez punto de flaqueza. Tu ombligo y mis dedos.
Me muero de todo y de ganas.
29 de enero de 2014
Azahar
25 de enero de 2014
16 de enero de 2014
Sin salida de emergencia
13 de enero de 2014
Cuando duermo contigo
Cuando duermo contigo duermo contigo. Y no hay más.
8 de enero de 2014
Como un maldito animal
Tengo un punto flaco a ambos lados del ombligo. Siempre he creído que de ahí nacen muchas de las ideas que me corrompen la cabeza y más tarde el corazón, o al revés. Sí, los impulsos y las ganas, lo irracional...lo que más activa me pone, con redundancia y todo. De ahí asomaste tú, tú y tus manos acordes con las mías y a la vez con mi espalda. De tanto recorrernos un día llegarás a posar los dedos ferozmente en ese punto flaco y ahí...ya será absurdo intentar controlar cualquier acto, hablará mi lengua y mi boca sabrá pelearse con la tuya hasta ganar.
2 de enero de 2014
Un no sé que
Creo que una buena forma de empezar el año, o incluso este texto, es decir que tu olor se ha quedado en mi camiseta enorme del pijama. Los mejores comienzos se fundan con la magia de las primeras veces, con la precaución de querer hacerlo con la delicadeza de trabajar con lo frágil, con las ganas que se despiertan después de tanto tiempo. Porque son esos principios que no son necesarios ser mirados con futuro ya que son tan perfectos que solo sale exprimir el día a día y beberse las horas para quedarse con más y más sed. Y, despacio y con buena letra escribir-te, intentar hablar-te de todo lo que se me colapsa en el estómago.
Para mi sorpresa me quedo sin palabras...y vuelta a empezar.