22 de diciembre de 2013

Me toca empezar a mí

Cuando te miro suelo ver más allá de donde pueda alcanzar mi vista. 
No te asustes, esto no es nada más que una forma un poco cobarde de contarte cosas pequeñas que se hacen grandes cara a cara. No hay mucho más que unos ojos mirando de vez en cuando, jugando y unas ganas infinitas de conocer. De conocerte, conocerme un poco más y descubrir. Y ahora dime que, a pesar de que todo esto sea absurdo, no soy valiente, o al menos cada noche un poco más.