12 de febrero de 2015

Creciendo contigo

Desde que te cruzaste en mi cerebro te he tenido presente, a veces más a la luz y otras en mi imaginación, que siempre te buscaba por algún rincón de mi cuerpo.
Después también te cruzaste en mi corazón y a partir de ahí en mis cosquillas, en la planta de mis pies para enseñarme a caminar, en mis manos para agarrármelas, en mi pecho para ayudarme a respirar cuando las fuerzas me fallasen. Has llenado hasta mis ojos, esos que siempre nombras como enormes.
Contigo he aprendido cosas que jamás imaginé conseguir, me he superado y me siento ganadora, a tu lado.

Una vez escuché que un beso en la frente no se le da a cualquiera y anoche, cuando tú besaste mi frente y yo la tuya, me enseñaste el significado de esa expresión y, de nuevo, aprendí contigo la magia de las pequeñas cosas. Porque tú eres esa magia.

19 de enero de 2015

Mi casa es dónde estás tú

La bienvenida más cálida siempre es tu espalda, y la más mordaz y la más incitante porque mis manos siempre se tiran al vacío que va desde tu cuello hasta tu coxis. Me siento como un depredador que lucha por su supervivencia y al que le ofrecen un manjar, que aunque así sea, solo puede devorar con ansia para sentirse lleno y en paz. Y acabo en la cueva de tu hueco, en el espacio justo de la almohada, del colchón y la sábana que nos rodea, el espacio que tus brazos crean para proteger mi debilidad. Y así me siento protegida, cuidada, mimada, deseada y me siento encajando en el lugar perfecto.

17 de noviembre de 2014

Lo que soy y no

Yo se que a veces me encuentras en otro planeta, con la cabeza despegada y decidiendo volar sin tu permiso, con los sentimientos atropellándose entre ellos y un par de copas de más que nunca me he bebido, pero que me hacen el mismo efecto. Un alcohol que siempre termino descubriendo en el borde de tus labios, que me quieren y que me comen a sonrisas sin ningún tipo de miramientos, porque tus ojos me juegan la misma pasada.
Puedo ser un torbellino que arrasa con todo y que luego se quede temblando en algún lugar perdido, sin el valor suficiente a pedir perdón como un verdugo que, a sangre fría, ejecuta al "acusado"
Quizás sea un conjunto de desastres que coge polvo medio roto en el fondo de un desván, unas cajas roídas de moho que apestan a tristeza, la luz que no deja pasar la suciedad.
Y a pesar de todo te quedas.
Y a pesar de todo me arreglas.

10 de noviembre de 2014

Noviembre

Yo, que nací y diluvió, que siempre he llevado marcada el agua de la forma más exquisita que hay, yo te digo que estás para lloverte toda la noche, mojando incluso hasta tus codos (esos que sabes que siempre te digo que cuides) .
Yo, que siempre pretendo que el frío no me alcance o que el miedo no me pille de imprevisto me he dejado enredar por ti, toda entera, sin escudos que no delaten todo lo rota que a veces estoy, lo frágil y lo estúpida que puede ser mi cabeza, mi cabeza enorme, tu cabezona. 
Hace casi un año que te miro de reojo, que te busco las manos y las cosquillas, que te encuentro haciendo alguna tontería que colme mi paciencia a besos. Hace casi un año que estoy loca, loquísima, aunque te cueste creerlo, más que nunca. 
 
Y es que la lluvia, los miedos, el deseo, la pasión, las miradas, las sonrisas y tus codos hacen el amor cada vez que me nombras.

23 de julio de 2014

Hoy tengo ganas de ti

Quiéreme hasta que me hagas polvo, o hasta que me eches unos cuántos. Fóllame hasta los huesos, que me duelan las costillas de respirar casi ahogada en tu boca. Déstrozame de orgasmos sinceros y de amor cosido, que quiero darle placer a tu corazón, que hasta él se retuerza de nuestras ganas y que el deseo no quepa en ninguna habitación.