10 de noviembre de 2014

Noviembre

Yo, que nací y diluvió, que siempre he llevado marcada el agua de la forma más exquisita que hay, yo te digo que estás para lloverte toda la noche, mojando incluso hasta tus codos (esos que sabes que siempre te digo que cuides) .
Yo, que siempre pretendo que el frío no me alcance o que el miedo no me pille de imprevisto me he dejado enredar por ti, toda entera, sin escudos que no delaten todo lo rota que a veces estoy, lo frágil y lo estúpida que puede ser mi cabeza, mi cabeza enorme, tu cabezona. 
Hace casi un año que te miro de reojo, que te busco las manos y las cosquillas, que te encuentro haciendo alguna tontería que colme mi paciencia a besos. Hace casi un año que estoy loca, loquísima, aunque te cueste creerlo, más que nunca. 
 
Y es que la lluvia, los miedos, el deseo, la pasión, las miradas, las sonrisas y tus codos hacen el amor cada vez que me nombras.

2 comentarios:

  1. Volviste, qué manera de alegrarme el día. Siempre venía por aquí esperando encontrar letras nuevas, y al fin nos vuelves a regalar tus palabras :)

    Extrañé mucho estas pequeñas lecturas. Pequeñas, pero hacen que el alma crezca. Saludos.

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